
Existen diversas teorías del control social, que pretenden explicar de qué manera, o por medio de cuáles mecanismos se realiza el aprendizaje social, para promover o evitar que una persona cometa actos delictivos.
TEORÍA DEL ARRAIGO SOCIAL DE HIRSCH
Esta posición fue elaborada por el sociólogo y criminólogo estadounidense Travis Hirschi, y señala la importancia del control social como mecanismo eficaz para que las personas puedan anticipar las consecuencias que les puede ocasionar la comisión de un hecho delictivo. Según esta posición, son los nexos que un sujeto logra establecer con la sociedad en la que está inmerso los que se imponen como una forma de control que evita que la persona cometa actos delictivos. Toda persona está propensa a cometer delitos, pero no lo hace por el temor a las consecuencias que ello puede traerlo en sus relaciones interpersonales y sociales, pero cuando se debilitan esos temores, esos vínculos de respeto con la sociedad, se cae en el delito.

TEORÍA DE LA CONFORMIDAD DIFERENCIAL
Según esta teoría, formulada por Briar y Piliavin, las personas tienen y sienten distintos grados de respeto y de compromiso por los valores sociales generalmente aceptados, de forma tal que entre más alto sea ese respecto menos probable será que la persona se vea inmersa en hechos delictivos.

TEORÍA DE LA CONTENCIÓN
Según Reckless, existen una serie de estímulos o presiones externos al individuo, estímulos presentes en la sociedad, que lo inclinan hacia la conducta desviada o delictiva. No obstante, existen también mecanismos de contención, que pueden ser internos e externos, que lo alejan del delito. Dentro de esos mecanismos internos están un buen concepto personal y la existencia de metas y proyectos de vida bien definidos. Dentro de los mecanismos externos están la contención que ejerce la sociedad, a través de normas de acatamiento obligatorio, para que las personas actúen de determinada manera o no realicen determinados actos.

TEORÍA DEL CONTROL INTERNO (REISS)
Esta posición está fuertemente marcada por el psicoanálisis, ya que según la misma tiene relación con una deficiente internalización de reglas, controles y técnicas sociales. Esta visión implica un deficiente proceso de socialización primaria, es decir aquella se realiza en la familia y el sistema educativo.